Tucumán volvió a registrar un caso fatal de hantavirus tras poco más de cuatro años. Se trata de la enfermedad transmitida por los ratones de campo, en especial los colilargos.
Según información recogida del diario La Gaceta, la paciente falleció en octubre pasado a los 33 años aunque la causa de su muerte recién pudo ser confirmada en las últimas horas tras la llegada de un estudio que había sido enviado al Instituto Maiztegui, en Pergamino, que se especializa en el diagnóstico de enfermedades virales.
En principio desde el Siprosa, se pensó que la víctima había contraído dengue hemorrágico, diagnóstico que fue descartado en el resultado del informe que llegó desde Buenos Aires.
Con la confirmación de que se trató de Hantavirus, las autoridades sanitarias ahora deberán identificar el tipo de virus Hanta para saber a qué roedor que lo transmite corresponde, y luego analizar dónde puede haberse producido el contagio.
Según pudo saberse, la joven residía en Yerba Buena y era deportista por lo que solía hacer trekking por senderos y caminos rurales de la provincia.
El modo de transmisión más importante para el humano, de este virus, es la inhalación de aerosoles provenientes de las heces, orina y saliva de roedores infectados.
Recomendaciones para evitar el contagio
- Mantener la vivienda limpia para evitar la presencia de roedores, eliminando los elementos en desuso que puedan servir para la nidación de los mismos.
- Mantener los alrededores de las viviendas despejados en un perímetro de 30 metros alrededor de la vivienda, limpios y libres de elementos que sirvan de alimento o nidación para los roedores como materiales de desecho, leña, paja, basura doméstica.
- Mantener corto el pasto, limpiar los alrededores de la vivienda, se debe desratizar el perímetro de la misma.
- Colocar las huertas y leñas lejos del hogar, en lo posible a 30 metros del mismo.
- Evitar que los roedores entren o hagan nidos dentro de las casas sellando todas las rendijas de más de 0,5 centímetros de abertura, con materiales como mallas de acero, cemento u otro material resistente a la acción de los roedores.
- Tener especial cuidado en la puesta en marcha de ventiladores y de aparatos de aire acondicionado cuyos filtros o conductos puedan haber tenido contacto con polvos contaminados, roedores o excretas de los mismos.
- Construir las edificaciones sobre una base sólida de al menos 30 cm de alto y de una profundidad de 20 cm.
- Mantener todos los alimentos almacenados en lugares o envases a prueba de roedores.
- Lavar platos y utensilios de comida inmediatamente después de su uso y depositar los restos de comida en tarros de basura cerrados, tanto al interior como en el exterior de la vivienda.
- Enterrar la basura diariamente en lugares alejados de la vivienda y cubiertas con a lo menos treinta centímetros de tierra, en el caso de que no se cuente con recolección domiciliaria.
- Guardar la comida de los animales domésticos, fuera del alcance de los roedores, especialmente en la noche. Proteger las fuentes de abastecimiento de agua.
- Al ingreso de una habitación cerrada por algún tiempo: Ventile el lugar antes de entrar, porque la concentración de partículas contaminadas es sumamente peligrosa.
- Moje todas las superficies con agua con lavandina diluida al 10% (1 parte de lavandina en 9 de agua) y deje actuar 30 minutos, deje ventilar y retírese por un tiempo.
- Para la limpieza use guantes de goma, botas y barbijo o pañuelo.
- Al terminar realice una higiene cuidadosa de su persona (manos, principalmente) y de los elementos utilizados y cámbiese de ropa.
- No usar alojamientos cerrados que puedan haber sido infestados por roedores, sin antes ventilarlos.
- Acampar lejos de malezas y basurales.
- No dormir directamente sobre el suelo; si es posible, usar un catre de por lo menos 30 cm de altura sobre el suelo y de usar carpas que en lo posible deben tener piso.