“Qatar está en una evolución fenomenal. El eje de modernización que sigue el emir es muy potente”, dijo este jueves el ex presidente Mauricio Macri desde Qatar refiriéndose a la educación del país.
Si hubo algo estrepitósamente polémico en esta copa del mundo fue la elección de la sede. No sólo por el clima. Qatar es un país donde -con argumentos religiosos y culturales- no se respetan los derechos humanos en general y los de mujeres y personas LGBTIQ+ en particular.
Las mujeres deben conseguir el permiso de sus tutores masculinos para casarse, viajar y estudiar en el extranjero, acceder a empleos y recibir atención de la salud reproductiva. Los hombres pueden casarse con cuatro mujeres al mismo tiempo, pero si una mujer es violada la encarcelan a ella. Las relaciones homosexuales se consideran delito, con penas de hasta siete años de prisión.
“Este sistema discriminatorio también niega a las mujeres la posibilidad de ser tutoras principales de sus hijos e hijas, aunque estén divorciadas y tengan la custodia legal. Las restricciones violan lo establecido en la constitución de Qatar y el derecho internacional“, dice el informe de Human Rights Watch, organización que investiga, defiende y promueve los derechos humanos en más de cien países.
Las mujeres y el Islam
El 16 de septiembre Mahsa Amini, de 22 años, fue detenida por la “policía de la moral” en Irán. Se la llevaron por violar el código de vestimenta conservador de la República Islámica. Amini murió tres días después. Las autoridades alegaron “un ataque al corazón”. Su familia dice que fue torturada y asesinada a tiros. Desde entonces hay protestas multitudinarias contra el régimen, que son reprimidas, hay muchas personas encarceladas y organismos internacionales calculan cerca de un centenar de asesinados.
También hay condenados a muerte, como el futbolista de 26 años Amir Nasr-Azadani. La Federación Internacional de Asociaciones de Futbolistas Profesionales emitió un comunicado: “FIFPRO está conmocionado por las informaciones acerca de que el futbolista Amir Nasr-Azadani se enfrenta a la ejecución en Irán por hacer campaña por los derechos de las mujeres y las libertades básicas en su país. Nos solidarizamos con Amir y pedimos la eliminación inmediata de su castigo”.
Cuando enfrentó a Inglaterra, la Selección de Irán no cantó el himno en señal de protesta. Históricamente, la exposición que ofrece el Mundial se aprovecha para denunciar (no alabar) la violación a los derechos humanos.