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De la pasión y los secretos a la ventas y las estafas: viaje al mundo de los coleccionistas de camisetas de fútbol

Muchos lo ven como un pasatiempo, algunos como una fuente de trabajo y otros como un manantial de recuerdos que los aproxima a un momento emotivo.

El fútbol es un deporte que enciende pasiones. Más allá de lo que sucede dentro del campo, existen personas que tienen devoción por coleccionar camisetas. Muchos lo ven como un pasatiempo, algunos como una fuente de trabajo y otros como un manantial de recuerdos que los aproxima a un momento emotivo.

Lógicamente, existen distintos enfoques dentro de los coleccionistas. Están los apasionados por el club del que son hinchas, los amantes de las camisetas de la Selección Argentina, quienes juntan de clubes del fútbol local en general y también quien se dedica a jugadores específicos. El mercado es amplio, diverso y encasilla los distintos gustos.

El mágico mundo de los coleccionistas de camisetas de fútbol, un mercado que crece en la Argentina.

Clarín se encargó de ir en busca de distintas historias de los coleccionistas. Intentar entender cuál es su motivación, qué casacas coleccionan específicamente y cuáles son sus trucos para descifrar si las camisetas son originales o no.

Ser un coleccionista es, a veces, priorizar comprar una camiseta más allá de si, por ejemplo, tenés que cambiarle algo al calefón de tu casa”, explicó Hernán Braunsteni.

Muchas veces entrar en ese mundo implica haber comenzado con una o dos camisetas, pero con el paso de los años y tejiendo redes de contactos, se puede llegar a números difíciles de imaginar. “Yo colecciono camisetas del fútbol argentino. Actualmente, debo tener 3.000 camisetas”, sigue Braunsteni.

Las camisetas de Diego, las más caras del mercado.

“Empezás a indagar con lo que es tu club. Empezás con la historia, empezás con los años, empezás con lo que se usó y te perdés. Te metés en un mundo que es fabuloso y tener la suerte de conseguir piezas que son únicas es una gratificación“, ahora se suman Rolando Frías y Gastón Ramírez acerca de cómo se acercaron al mundo de los coleccionistas y cómo les llena el alma.

Pero dentro de ese mundo existen las trampas y las estafas. Camisetas existen millones, de todo tipo y calidad, pero son pocas las que tienen valor real. En la punta de la pirámide se encuentran las que fueron utilizadas en situación de partido por algún jugador. En un segundo escalón, están las que son originales, pero no fueron utilizadas por futbolistas. Después, existe lugar para las réplicas, aunque estas carecen de valor tanto simbólico como económico.

La compra y venta de camisetas, un negocio lleno de pasión

“A las camisetas usadas por jugadores, nosotros no la vendemos. Las conservamos y las cuidamos, porque para nosotros son nuestro tesoro”, comentó Ricardo Taty, tasador de camisetas.

El canje, la compra y la venta son los métodos utilizados para aquellos que tienen negocios que exhiben estas reliquias. El método es fácil, un cliente ofrece una camiseta para vender, el coleccionista verifica que el producto sea genuino, ofrece un monto determinado y, de llegar a un acuerdo, cierran el negocio. “El que quiera venderme una camiseta viene para acá, como vinieron un montón de ex jugadores, representantes, árbitros, gente que tiene reliquias en la casa. Viene acá, me dicen ‘yo quiero tanto’, verifico que sea original y, si puedo, le doy la plata en efectivo”, detalló Taty.

A la hora de hablar de costos, todo lo que tenga que ver con Diego Armando Maradona eleva su valor. Considerado uno de los mejores jugadores de todos los tiempos, para muchos el mejor, tiene un sinfín de casacas que utilizó y que pasaron a la historia. Por nombrar algunas: la camiseta con la que le convirtió el gol con la mano a los ingleses, la de Boca versión 1982, la titular del Napoli, entre tantas otras.

Augusto “Cacho” Severi, el cazador de camisetas.

Maradona no tiene precio. 5 mil dólares, 10 mil dólares, 20 mil dólares, 25 mil dólares. Imposible venderla en la Argentina”, evidenció Augusto “Cacho” Severi, quien se define cómo un cazador de camisetas, al explicar los altísimos precios.

De esta forma, se pueda dar evidencia que el fútbol trasciende lo estrictamente deportivo. Los recuerdos, la pasión, la obsesión y el amor son tan solo algunos de los sentimientos que toca. Todo amante del deporte sueña con tener las camisetas de sus ídolos, pero algunos dieron un paso más y basan su vida en ello. Ser coleccionista es un estilo y un estimulo de vida.

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